domingo, 15 de enero de 2017

LA ANTIGUA CARTIMA


Dedico este trabajo de recopilación historiológica sobre un pueblo singular del que me honro en ser hijo nativo, Cártama (España),  a la familia Dupouy de Caracas (Venezuela) ---descendientes de un eximio presidente de aquella república y benefactor de la misma---, que tanto afecto me inspira.  Ellos, han mostrado infinidad de veces un gran y afectivo interés por nuestra historia que conocen, como en otras partes de Latinoamérica,  por mis escritos y mi libro, “Cártama histórica. El juglar y la Virgen Peregrina”, que me solicitaron y tuve el honor de remitirles junto a DVD (recopilación precisa y preciosa de Antonio Fuentes y Carlos Pacheco) , en el que se relata, entre otros  hitos del devenir  de este pueblo con su  profunda historia interactiva con la de Iberoamérica, el de  la  imagen de nuestra Patrona, la Virgen de los Remedios, cuando, exiliada itinerante por las naciones, ciudades y pueblos de Iberoamérica en  un momento fratricida de nuestra historia patria en 1.936, visitó aquella hermana ciudad de allende el océano, Caracas, y nuestra Patrona fue huésped asilada de su Patrona, la Virgen de Coromoto,  durante un tiempo en la capilla de Ésta. Va por ustedes en nombre de Cártama, y en el mío propio cómo no, queridos amigos.Ustedes,  cuando injustamente la envidia y el rencor inmotivado me han mordido, pese a la distancia han estado sin ambages  conmigo. Dios lo pague a ustedes  si la gratitud y afecto de este humilde escribidor no igualara en magnitud 

                                                                      I

Existe en la provincia de Málaga y en un rincón de su hoya una población de unos 3.800 (Idelfonso Marzo, al que sigo,  escribía esto en 1.839) habitantes, situada en el declive de una ladera… y encerrada en los ángulos de la antiquísima Cartima.  El extranjero ilustrado que saluda nuestro puerto, pregunta inmediatamente  por este solitario municipio de nuestra grandeza romana y parte a investigar  sus ruinas, esos restos colosales y esas nobles inscripciones; no sin dolerse de nuestra incuria y del vergonzoso abandono en que tenemos  a éstos único indicios de la historia de una ciudad tan famosa. No deja de meditar delante  de aquella cruz de piedra caída al pie de un pedestal latino o el aspecto de esa pintoresca capilla de la Virgen de los Remedios, que colgada  en las laderas…de un castillo mahometano es el centro de esperanza  y de profundos consuelos del afanado  agricultor que le tributa sus creencias y que se goza en sus prodigios,
Cuando se llega a contemplar la magnificencia  de los restos esparcidos  con profusión sobre el terreno de Cartima (1), que parecen como brotados  por el mágico poder de los sucesos a que exclusivamente se refieren; cuando se consultan las tradiciones sobre la dilatada superficie de esta pulverizada Metrópoli, cuya numerosa población se extendía aún al otro lado del río, el Gran Cartamón (2), y lindaba con sus sepulcros hasta el solar de Casapalma  (3), desvanéncese las dudas acerca  de la inverosimilidad de que este tropel de ciudadanos  erigiesen monumentos tan grandiosos a las virtudes patricias, corriendo a inscribir sus glorias sobre los eternos mármoles… El silencio de los historiadores sobre Cártama (pueblo oculto según la etimología púnica) se ubica entre dos líneas paralelas de montañas (de ahí su nombre fenicio) y en el centro del edénico valle del Guadalhorce famoso.

El silencio de los historiadores, dice I. Marzo en su célebre revista cultural Guadalhorce,  (y ello no es totalmente cierto y  de de cuyo trabajo sobre Cártama aquí me hago eco), sobre los sucesos  de este pueblo no pudieron retraer de su importancia primitiva, pero ¿quién habrá que ignore que en las páginas de la historia no se estampan muchas veces esos anales  pacíficos que revelan las inscripciones de una ciudad opulenta y que sólo amó las artes?. CONTINUARÁ.