domingo, 18 de noviembre de 2012

INJUSTICIA HISTÓRICA - Miguel Ángel del Pozo,- 16.03.08


La ingratitud de los pueblos con los hijos  ilustres que le dieron fama y personalidad, e incluso referencia noble durante su vida y en la memoria histórica, sigue siendo hoy, si acaso más acusada, una triste realidad que pone de manifiesto la pequeñez intelectual de estos tiempos. A continuación, el testimonio de un escritor estudioso de esta lamentable distonía histórica. 

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      No hace mucho, en este mismo diario, escribía sobre un malagueño ilustre injustamente olvidado, se trataba de José Carlos de Luna que ni siquiera tiene calle dedicada a su memoria. Pues bien, encuentro que un 8 de noviembre de 1960, en la columna de Sol a Sol, aparece -resumo- el siguiente texto:


«Sabemos que Málaga es cuna de poetas. ¿Por qué no se evoca algo del vate José Carlos de Luna y se erige una estatua en dicha plaza -se refiere a la de Las Flores- alegórica al Piyayo?. Sería hacerle justicia por la fama que le ha dado a Málaga este personaje que aunque gitano también, me refiero al Piyayo...». Sigue la nota en los siguientes términos: «También se puede hacer lo propio con el gran recitador González Marín...». Ya ha llovido y ni a El Piyayo, personaje universal y creador de un cante que hoy llevan en su repertorio todos los artistas flamencos, ni a José Carlos de Luna con su poema, ni a González Marín el Faraón de los Decires, se les ha hecho justicia
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" A nuestro insigne paisano, Pepe González Marín, no sólo no se le ha hecho justicia, sino que en su propio pueblo, que tanto le debe, se  ha hecho tremenda injusticia con su memoria. Aunque, en honor a la verdad, su imagen y valía personal y artística han quedado total y rigurosamente restauradas gracias a  afortunadas semblanzas  del conocido escritor y periodista, Francisco Baquero Luque"