La gente que deambulan por las calles de Cártama, mirando
recelosamente hacia cierta zona del lugar con las narices tapadas y,
dando arqueadas, exclaman:”¡¡Coño que peste…!!!
Son dichas miradas indicatorias de la dirección del sitio
que produce la fetidez, parecido al que
exhala los guisos que se han pegado al culo de la olla por negligencia o parsimonia
desesperante del “yo me lo guiso y yo…me
entiendo”, pues desesperado con este “caso”
del que mana una cascada de embustes,
está el pueblo.
Y unas excavaciones que se iniciaron hace
ya sobre 13 años,
dirigidas por un arqueólogo titulado, un ayudante que de todo entiende …,
amén de otro arqueólogo del mismo ramo
político, sito en Málaga que se encarga de conectar el yacimiento sedente y
silente de Cártama con el lugar en donde está el dinero de la región de
Andalucía, no es de extrañar que huela ya
a pegado y, produzca en el vecinaje la expresiva exclamación, “lagarto,
lagarto…!!!
Y, ¿la oposición qué? La oposición ¡¡¡naaaa!!!, arguyen esparpitaos
los de las corralas públicas. Y añaden algunos menos recelosos: “estos son tos
de la mesma garbera”.