sábado, 9 de diciembre de 2017

UNA GRANDIOSA EFEMÉRIDE PARA CÁRTAMA Y ESPAÑA.


Despedida de González Marín (centro de la foto) y su ayudante escénico, Antoñico (segundo por la derecha), de América en Nueva York con la Patrona de Cártama desde  la Casa de España,  que le regaló a la Virgen un órgano que aún existe, abandonado (en otro pueblo estaría expuesto al público y cuidado con orgullo) en la parte superior del Coro de la Iglesia Parroquial de Cártama. Pero eso no lo veerían políticamente correcto eminentes caletres cartameños como los del señor José Ocaña y otros cuantos de viperina sinhueso. ¡Mecachiendie, que cuantos paisanos...! Ahora diré por qué.
Bellísimo panegírico el que antecede

Artículo que publicó la Casa de España en Nueva York durante la visita de el eximio cartameño a esta institutución española en diciembre de 1.937 antes de volver de su periplo singular hacia Gibraltar y después España  (representación dicha Casa institucional  de ambos bandos en  liza durante nuestra guerra civil,  sépalo el señor José Ocaña,  ---es de lo único que este sabe: de bandos y..., posiblemente, de "bandas" ---¡ya, ya!---), quien, al publicar el Cronista Oficial de la Corporación cartamitana  esta efeméride grandiosa, lo único que se le ocurre  al tal José Ocaña, (mejor sea el año) es preguntar al susodicho cronista si el Presidente de la digna Casa española allende el océano, era republicano o fascista (o algo así, cito de referencia), con lo cual da la más congruente cantada sobre  su laya franco obsesiva.

El Cronista referido parace que le contestó: "era franquista". Bueno...