viernes, 18 de noviembre de 2016

EL MEDICO QUISQUILLOSO Y LA BOTICARIA BROMISTA

Ha tiempo tuvimos en Cártama un médico cuyo nombre omito por razones obvias,  que se distinguía por su mal genio  y su  carácter repeloso, y, recién terminada su carrera, y por tanto con la juventud bromista en ristre,  coincidió en el pueblo con el viejo galeno, una boticaria.

Un día, cuando dicho médico   auscultaba a una "mocitavieja" del lugar,  a ésta se le despertó el cachondeo y empezó a hacerle cuchufletas al quisquillo  doctor, quien ni corto ni perezoso en sus decisiones, dio por terminada la consulta y le dijo a su paciente tras escribir con letra de médico una receta:

---"Toma vete a la botica y que te den una buena ración de esta medicina y te la tomas toda" 
 Cuando la jóven boticaria, recién casada, leyó la receta, aguantando la risa se metió en la trasbotica para buscarle la medicina a su marchanta.
Cuando salió, aún con la risa reprimida, le dijo a ésta:

---Mira, lo que me queda de esta medicina no te la puedo vender porque es para mi uso personal.

El  matasanos, como a veces el pueblo le llamaba, había escrito en la receta:"Se aconseja una buena dosis de "cipoteina transchochomuscular".

!Antiguas cosas de mi entrañable pueblo de nacencia...!