NUESTROS POLÍTICOS ANTE LA HISTORIA
Los acontecimientos que los españoles de a pie estamos viendo con enorme perplejidad, son los que en el proscenio de la comedia
nacional escenifican con toda clase de muecas, mimos, caretas y pantomimas nuestro políticos. Los cucañeros
que, por obra de birlibirloque, se han encaramado, porque por su estulticia son
útiles a los muchos mangones de arriba, en el
trapecio de la magistratura,
naturalmente con red protectora tejida con ramales espurios y leyes ad hoc como patentes de privilegios y canonjías.
Con ello (ya está bien), han inducido
a
quienes les duele España, a situarse ante el libro de la Historia (que todo el
mundo puede leer salvo que no le alcancen
las luces para hacerlo), para, como “testigo de lo pasado” y “madre de la
verdad” que, entre otras sublimes cosas
es la Historia, saber del alcance y
solidez metafísica de los valores
y de los vicios ocultos de quienes, con dudosas artes, nos imponen sus inanes concepciones de la gobernabilidad al resto de españoles. El
resultado es decepcionante: Cuando se escriba en regla objetiva y honrada nuestra
historia contemporánea, no puede ser más que decepcionante para las
generaciones que nos seguirán, a las que puede que estemos dejando arruinadas material y moralmente.
Pero ¿qué valor de cotejo de lo presente tiene
la Historia que es el pasado? O sea, ¿qué
es la Historia? Tras oír lo que de ella
nos han dicho los grandes genios del saber de todos los tiempos y sus definiciones de la Historia, pongamos a
nuestros políticos de hoy frente a ese espejo de la Historia para tener un cuadro
fidedigno de con quienes nos estamos
jugando nuestro destino personal y como pueblo.
En mi libro de texto de cuarto de Bachiller, plan 38 (7 cursos y temible
reválida final), el Concepto de Historia,
que nos ofrecía, y que aún recuerdo desde el año 1.943, es el siguiente: “Historia es lo realizado por el hombre en
nuestros días y en el pasado; pero la historia científica tiene por objeto el
conocimiento de los hechos realizados por los hombres, considerados como seres sociales, con las causas y las consecuencias. El objeto de
la Historia es, EL HOMBRE.”
Invocando de paso la literatura, Cervantes dijo de la Historia:”
Es madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso (ojo)
de lo presente y ¡advertencia de lo porvenir!”
Schiller: “La historia
universal es el tribunal del mundo
Cicerón incide: “La Historia
es el testimonio de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra
de la vida, anunciadora de los porvenir.
. ¡Pero…, la triste realidad de verdad de los
políticos españoles de hogaño es que, si se les pone de cuerpo entero ante el
espejo de la Historia, el cristal de ésta salta hecho añicos como repulsa!
Han llegado a creerse nuestros inefables pòlítico que la Historia empieza y
acaba con ellos. Con analizar atenta e imparcialmente como está el patio político (semejante a una
corrala de livianas comadres) en España, poco queda ya por definir para una cabal comprensión del problema.
Cerremos este alegato con una oportuna y coherente cita de Chstertón:"Todos los hombres de la Historia que han hecho algo con el futuro tenían los ojos fijos en el pasado" Nuestra referencia pasada a tener en cuenta para no repetirla fue una guerra civil con la secuela de una dictadura de 40 años que provocaron los políticos de un Frente Popular antipatria, fanático y cargado de odio. Lo dice la Historia.