lunes, 11 de julio de 2016

NUESTROS POLÍTICOS ANTE LA HISTORIA

                                          

        Los acontecimientos que los españoles de a pie estamos  viendo con enorme perplejidad,  son los que en el proscenio de la comedia nacional escenifican con toda clase de muecas, mimos, caretas  y pantomimas nuestro políticos. Los cucañeros que,   por obra de birlibirloque,  se han encaramado, porque por su estulticia son útiles a los muchos  mangones de arriba,     en el  trapecio de la  magistratura, naturalmente con red protectora tejida con ramales espurios y  leyes ad hoc como  patentes de privilegios y canonjías.

 Con ello (ya está bien),   han inducido   a quienes les duele España, a situarse ante el libro de la Historia (que todo el mundo puede leer  salvo que no le alcancen las luces para hacerlo), para, como “testigo de lo pasado” y “madre de la verdad”  que, entre otras sublimes cosas es la Historia,  saber del alcance y solidez metafísica de  los  valores   y de los vicios   ocultos de quienes, con dudosas artes,  nos imponen sus inanes  concepciones  de la gobernabilidad al resto de españoles. El resultado es decepcionante: Cuando se escriba en regla objetiva y honrada nuestra historia contemporánea, no puede ser más que decepcionante para las generaciones que nos seguirán, a las que puede que estemos dejando  arruinadas material y moralmente.

 Pero ¿qué valor de cotejo de lo presente tiene  la Historia que es el pasado? O sea, ¿qué es la Historia? Tras oír lo que de ella  nos han dicho los grandes genios del saber de todos los tiempos  y sus definiciones de la Historia, pongamos a nuestros políticos de hoy frente a ese  espejo de la Historia para tener un cuadro fidedigno  de con quienes nos estamos jugando nuestro destino personal y como pueblo.

En mi libro de texto de cuarto de Bachiller, plan 38 (7 cursos y temible reválida final),  el Concepto de Historia, que nos ofrecía, y que aún recuerdo desde el año 1.943, es el siguiente: “Historia es lo realizado por el hombre en nuestros días y en el pasado; pero la historia científica tiene por objeto el conocimiento de los hechos realizados por los hombres, considerados como seres sociales, con  las causas y las consecuencias. El objeto de la Historia es, EL HOMBRE.”

Invocando de paso la literatura, Cervantes dijo de la Historia:” Es madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso (ojo) de lo presente y ¡advertencia de lo porvenir!”

            Schiller: “La historia universal es el tribunal del mundo

            Cicerón incide: “La Historia es el testimonio de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, anunciadora de los porvenir.

.  ¡Pero…, la triste realidad de verdad de los políticos españoles de hogaño es que, si se les pone de cuerpo entero ante el espejo de la Historia, el cristal de ésta salta hecho añicos como repulsa!  

Han llegado a creerse nuestros inefables pòlítico que la Historia empieza y acaba con ellos.            Con analizar atenta  e imparcialmente  como está el patio político (semejante a una corrala de livianas comadres) en España, poco queda ya por definir  para una cabal comprensión del problema.

Cerremos este alegato  con una oportuna y coherente cita de Chstertón:"Todos los hombres de la Historia que han hecho algo con el futuro  tenían los ojos fijos en el pasado" Nuestra referencia pasada  a tener en cuenta  para no repetirla fue  una guerra civil con la secuela de una dictadura de 40 años que provocaron los políticos de un Frente Popular antipatria, fanático y cargado de odio. Lo dice la Historia.