jueves, 28 de abril de 2016

RECONOCIMIENTO A MÉDICOS Y ENFERMEROS

 El  reconocimiento que sigue, salido del alma en momentos muy especiales de mi vida, consta, tal cual, en mi  penúltimo  libro, "CÁRTAMA  HISTÓRICA.- EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA",  naturalmente con propósitos de perennidad. Lo saco aquí a colación para salir nuevamente al paso de quien  cogiendo el pepino por la parte que amarga, ha  tergiversado nueva y contumazmente,  los destinatarios de una reciente  reseña referente a la mala gestión con que los políticos de la Junta de Andalucía atienden la Sanidad pública, no a la clase médica a la que sólo gratitud debo, y que, como  cronista independiente de la Villa inserté en las redes hace pocas semanas.

                                                              ***** .      

…gajes de la  perra vida han impuesto al autor de este libro largos periodos de pausas y demoras en su confección, siendo el más significado el iniciado en octubre de 2.007 por mor de un aneurisma de aorta en tórax con recidiva y, por ende, segunda operación quirúrgica con aún mayor  riesgo de la vida.

 La “demora” de seguro hubiera  sido eterna si no tengo la suerte de caer en las manos del equipo de cirugía cardiovascular del Hospital Clínico Universitario de Málaga que coordina el doctor Eduardo Olalla  y, en las del virtuoso del bisturí, doctor José María Melero, quien, por tres  veces  en pocos meses  (una estando aún en la UCI a las cinco de la mañana que se pararon  todas las piezas   de mi motor vital), hubo de montar un “embolado” (así lo definió él mismo) de atrevida y docta ingeniería quirúrgica en mi anatomía en pro de mi vida.

Reconocimiento también  a quien se hizo cargo de mi postoperatorio, Doctª Josefa Ruíz, y, al elenco de abnegados  sanitarios y sanitarias (ángeles de blanco y verde) que han dejado en mi corazón un inextinguible perfume a jazmines con su exquisito trato.

Y, cómo no, a Luís Lerga, amigo y médico de cabecera en Cártama, siempre próximo, solícito y entrañable. Tengo para mí, y así lo expreso sin ambages, que todos ellos hacen, día a día,  mucho más que cumplir estrictamente con su deber profesional          ---soy testigo de excepción---, de tal manera que, allá en su morada del Olimpo, Hipócrates, complacido,  brindará por la vida  y el corazón de todos ellos con una copa de esencia de laurel".

                                           Fco. Baquero Luque