lunes, 21 de marzo de 2016

EL SOSPECHOSO “CASO” HOSPITAL COMARCAL

                                
              El  proverbialmente misterioso "caso" Hospital  del Guadalhorce  aún sigue coleando, pero que lo veíamos venir dado la gente que zascandileaban a su alrededor como gato al olor de la sardina, ya este cronista lo preveía hace años en los siguientes términos literales publicados en este y otros medios:

             Salvo referencias  muy puntuales, el devenir  de un  pueblo es, en lo sustancial,   fiel reflejo  del devenir   del país que lo contiene. Hablar, pues, del llamativo y lamentable “caso” del Hospital  de la Comarca del Guadalhorce,  es hacerlo de la casuística general de la Sanidad Nacional.

              El número de   potenciales beneficiarios  de  dicho Centro Hospitalario, aún en ciernes pese a que según palabra de Zapatero y Chaves debió entrar en servicio en 2.008, rondan los 130-140.000  censados  en 13 municipios ribereños. Es la  guadalhorceña  la única comarca de la provincia, y quizás de la región,  que carece de tan imprescindible  servicio.

            En el año 2.005   se crea la Plataforma Prohospital comarcal con sede en Pizarra  integrada por partidos políticos, asociaciones, otras entidades y vecinos de toda la comarca; es su coordinador el político pizarreño, Miguel Esteban, de Izquierda Unida,  lo que suscita la suspicacia del resto de partidos políticos, que también veían en esta iniciativa vecinal una oportunidad  de conseguir  réditos electoreros a base de "afotos", muchos "afotos!, tal en realidad ha sucedido.

            Consecuencia  de dicha  rabieta  llegan a las greñas los representantes de Alhaurín el Grande (PP) y Cártama (PSOE). Ambos quieren que el Hospital se levante en terrenos de sus respectivos municipios. Percatada del percal, la    Consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía, doña María Jesús Montero (menuda es ella) entra en la lid con la "sana" intención  de, a río revuelto,  sacar beneficio para la Junta, es decir que sea uno de estos pueblos quien pague, amén de ceder los terrenos totalmente urbanizados, un tercio de la inversión de la obra y, el otro tercio, la Diputación, del PSOE entonces, claro está. Así,  a la Junta que, insisto, es la obligada a pagar todo el precio de esta actuación sanitaria, le toca pagar  solamente un tercio del mismo. Increible.

             El resto de alcaldes de la Comarca, beneficiarios per se a partes iguales en las prestaciones del Centro Médico (mero CHARE y no el previsto antes) veían los toros desde la barrera sin pagar un puñetero euro “porque mientras hayga tontos que paguen (los cartamenos)  por hacerse la afoto con la guapeta consejera, pa que vamos a aflojarnos los bolsillos nosotros...” (Alcalde de Tolox). Cártama fue la “agraciada” porque   se comprometió a pagar ese tercio de la inversión total, equivalente entonces (parece que después esto se ha modificado) a la friolera  de 6.000.000 de euros (Mil millones de las antiguas pelas). Tras el trato,  cómo no, la Consejera de Sanidad  no tuvo inconveniente en pasarse por estos andurriales  cada dos por tres para hacerse  decenas, miles (parece que muchas dedicadas y todo)  de "afotos" con los mandamases del lugar. La pena es que el Gran Saldiguera  ya no viene por estos lares con su trupe de saltimbanquis y cómicos, pues la parodia, en lo que era un virtuoso,  la hubiese tenido cantada.  

            El asunto mueve a circunspección al saberse que amén del trozo de la finca protegida que húbose de recalificar (Uojo, recalificar siendo protegida) para el hospital, ahora al dueño de la misma  se le han recalificado otros 227.000 metros para un parque empresarial juntito (juntito, digo) al centro médico. Por otro lado, parece que hay en la calle, que no en la oposición, ciertas  reticencias  sobre los términos del informe técnico para estas recalificaciones. De esto, la oposición, icluídos los de Ciudadanos, apenas barruntan nada pretérito que es donde está el quid del entuerto.

            Por otro lado,  el Hospital Comarcal no puede entrar en servicio hasta sabe Dios cuando, porque se hace necesario una ampliación de fuerza motriz eléctrica que según Endesa, cuesta 2.000.000 euros en vez de los 300.000 en su día previstos y, he aquí la sangrante paradoja, la Junta de Andalucía dice que ha de pagarlo el Ayuntamiento,  este que la Junta, y, últimamente, se le quiere endiñar el mochuelo a Endesa “que es en realidad la que va a obtener beneficios del consumo eléctrico”, alega el concejal, Miguel Espinosa, que ya los ha puesto sobre la mesa, con perdón.

            En conclusión, unos por otros y los enfermos sin hospital  sin esperanzas de pronta resolución del “caso”.           


                                   FRANCISCO BAQUERO LUQUE