lunes, 19 de octubre de 2015

REFLEXIONES EN ESTOS TIEMPOS


          


          Por un sedentarismo físico obligado, este ha sido para mí un verano especialmente  pródigo en relecturas, como también lecturas de autores que desconocía: Jouvenel, Ivan Illich, Jean Baudrillard, Erch Fromm (releído varias veces), Aldous Huxley (también relectura) y, mi gran descubrimiento, Lewis Mumfort, amén de mis nunca abandonados clásicos. En todos aquellos se analiza  nuestra sociedad aplicando unos criterios independientes  y ajenos a  cualquier posición partidista.

            Como, de toda lectura debe derivarse conclusiones intelectuales propias, la  primera que he obtenido está en línea con una lacónica reflexión de  Jacques Sternberg en  un conocido libro suyo: “El hombre ya  no es un lobo para el hombre sino un rebaño para algunos lobos… y, de ahí, a estas otras propuestas  obtenidas  por Schumacher:

            I.- Existe hoy una crisis de la naturaleza humana  que se rebela contra las formas inhumanas de la  tecnología y  organización política, que son ya asfixiantes y debilitantes para el hombre, sin que él mismo se de cuenta de su problema que lo asume, alienado, como lo mejor.

            II.- Existe una crisis del entorno en que vivimos, el cual está enfermo y da señales de hundimiento, al menos parcial.

            III.- Crisis para disponer cada día con más dificultad y más cara de los recursos no renovables que sacamos de la tierra.

            IV.- Una profunda crisis  en las relaciones con el poder y las instituciones que se utilizan para manipularlo, explotarlo, asfixiarlo y debilitarlo

            Esto lleva a que en todos los rincones  de la aldea global se manifieste hoy un ansia creciente de libertad, democracia y justicia, supuestos que en mayor  grado  cada vez son más restringidos y acaparados por los menos, en perjuicio de los más, a quienes aquellos venden   como  un  supuesto  bienestar lo que en realidad es fraudulento y falaz. Ya, el hombre es un rebaño para algunos lobos. Y, lo que es peor, hoy  la razón no basta por si sola  para oponerse a la sutil dictadura  de la sinrazón. Para Aldous Huxley “La paciencia demostrada por el hombre medio es el hecho tal vez más sorprendente de la historia. La mayor parte de los hombres y de las mujeres están dispuestos a tolerar lo intolerable” España  nos está dando una visión patética de este fenómeno socio político y, como con la mentira se tapa descaradamente  la mentira  precedente que haya quedado en evidencia, ante lo que  la gente, muestra una viciada credulidad que vienen  programada desde la escuela para engarzar con  el sectarismo  capitalizado de los medios y las redes. El sofisma mercenario y la retórica engañosa ha devenido en algo así como un  rebaño ovino, del que  una enorme mayoría se conducen como borregos que balan, balan y balan idiotizados, y, otra parte, son  carneros de cuernos en espiral,  que conforman los partidos políticos, dedicados casi  constantemente  a tromparse los unos a los otros.

            Y, ¿cuáles son los motivos de esta situación tan desequilibrada socialmente? Es  compleja la respuesta, pero cualquiera de sus partes gira alrededor de estos  ejes esenciales: Pasividad, necrofilia, promoción capitalizada de la incultura y la descarada corrupción de los conceptos y de la política en que nada. Existe un abusivo uso por parte de los políticos de palabras grandilocuentes en slogans electorales: democracia, libertad y justicia, conceptos cuyas praxis está con excesiva frecuencia  ausentes en esa sociedad democrática que proclaman a boca llena.

            En esta sociedad, ante la voluntad de la inflación desmesurada de políticos nada  de espacio se ha dejado al ciudadano en la toma de decisiones sobre su propio destino: Hoy más que nunca, según feliz observación de Ortega y Gasset, España está absolutamente invertebrada.

            Así pues,  1.- Bajo un manto democrático el poder va adquiriendo subrepticiamente caracteres  totalitarios. Estamos en la peor de las dictaduras: La partitocracia, o sea, la masa convertida en mayoría silenciosa. 2.- El ser humano va camino de seer un “idiote” robotizado, según la raíz griega. 3.- Las máquinas (y maquinitas) nos esclavizan cada día más y dejan al hombre sin capacidad autonómica. Los ejemplos están en la mente y en los hábitos de cualquiera. 4.- El sistema no se mantiene sin la producción y venta de armas, que siempre terminan usándose produciendo oleadas de exiliados de un país en guerra a otro en paz que arruinan.

            Levantar acta de estos hechos no significa despreciar las evidentes ventajas  de la revolución industrial, el parlamentarismo y la propia democracia real, etc..

            Y, este caos retórico antes reseñado, ha de desembocar, si no se corrige con una inflexión  de  180 grados, en la decadencia total