jueves, 17 de septiembre de 2015

EVOCACIÓN DE “LA CARCEL DE PAPEL”

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Allá  por los años sesenta del pasado siglo, los humildes formatos de los programas de las fiestas del  23 de abril en honor de nuestra  Patrona y feria  y fiestas  inherentes  cumplían una misión promocional en todos los pueblos del contorno; no se buscaba con él otro beneficio que el del pueblo y no era  escaparate electorero como acaece ahora.  Es más: todos los actos estaban  organizados democráticamente por una junta de festejos, como en democracia debe seer y más cuando alardeamos de ello,  y no por un concejal ordeno y mando o, de  "yo me lo guiso yo me los como". Es un decir.

Pues bien, en dichas datas merodeaba un día por Torremolinos un redactor del célebre semanario humorístico, "La Codorniz", buscando como un Sherlock Holmes de la Gran Bretaña, a algún macandito merecedor de acusación formal para meterlo de patitas en la "Carcel de papel", célebre sección del referido semanario humorístico de la época franquista, lo que pudiera dar cierta verosimilitud  a un dicho, años atrás muy en boga que reza: "contra  Franco vivíamos mejor" quien, por cierto, también recibió algunas tarascadas del aguerrido medio, verbigracia: Una de sus tiradas contenía una viñeta de un teatro repleto de gente gritando enfurecida y, en el escenario, un señor cuya cara era fiel reflejo del rostro de Franco que llevaba bajo el brazo un ejemplar del diario "El pueblo". La literatura de la viñeta decía así: "Grita el de arriba, grita el de abajo y, el tío, con el pueblo debajo del brazo". Ni que decir tiene que el semanario duró en los kioscos menos que una bolsa caramelos en la puerta de un colegio. La suspensión  fue de dos tiradas.

Y, miren ustedes por donde, lo que vino a caer en las manos de este sabueso mediático, fue el humilde programa de las fiestas de Cártama, en el que, para pretenciosamente revalorizarlo,  se incluían  tres artículos: Uno lírico y pretendidamente sublime, amétrico y argumentalmente más cursi que una gata con moños firmado por un mi hermano, José Baquero Luque; otro, de subida exuberancia mística  salido del magín del entonces cura párroco, José Mª Almagro y, un tercero, rubricado por el alcalde del lugar, José Sevilla Ortega que más que una glosa parecía un atestado de cuando era brigada de la Benemérita.

Los tres antedichos escribidores fueron presos en la "Carcel de papel" del medio, convictos de fruslería literaria e irreverencia mística con agravantes de publicidad, con un auto de este tenor literal; "Fallamos y condenamos al vecino de Cártama José Baquero Luque, al Párroco, Reverendo Almagro y al alcalde, Sr. Sevilla, a siete días, una hora y tres minutos en la CARCEL DE PAPEL de este semanario, por los siguientes y flagrantes delitos: distonía intelectual transitoria, cursilería temeraria acorde con sus presuntas y respectivas ignorancias, jerigonza inane propias de candileros de boyería",  y otras perogrulladas impropias de sus cargos  que vienen a parecerse a esta terminología: ricia molleril, atrofia de caletre, gandinga de estilo complicada con yoismo exacerbado, etc,etc.   

Visto ello,  es de precisar que si hoy existiera la "Codorniz" (¡cuanta falta hace!), y trincaran en su redacción los susodichos programas feriales actuales  con aportaciones literarias en papel de lujo a todo coste muy abundantes en solecismos propios de quienes siquiera han pisado la miga de doña Ciriaquita, en vez de en la trena de papel de la Codorniz, serían metidos sin fianza en las negras mazmorras del "Penal de papel estraza del Puerto de Santamaría", y, el Cronista amanuense Oficial de este lugar entraría una celda de castigo por su pedantería demagógica consuetudinaria, sin paliativos y onerosa para la cultura popular. Este eximio cronista que lleva unos cuatro como tal, no ha escrito aún una sola crónica acusando las flagrantes contradicciones de la Corporación plena, por lo   que le ha premiado nombrandole también Juez de paz de la villa.