jueves, 13 de junio de 2013

SANIDAD: BLA, BLA, BLA









CEDIDO POR LA ASOCIACIÓN ERMITA LOS REMEDIOS

         Podemos demostrar  documentalmente que esta Asociación Vecinal lleva años abogando por un enlace de los autobuses Cártama Málaga, y viceversa, con el Hospital Clínico, en aras del  tan necesario  medio de traslado  de enfermos, especialmente mayores con pensiones ínfimas, lo cual, debiera mover,  la conciencia de los responsables, que la suplen con un  descocado  énfasis y  arrogancia   insultante  de pretendidos  servidores del pueblo. Tal contradicción e incoherencia no les saca las  vergüenzas a los autores del sangrante entuerto.

         Nos consta que el Ayuntamiento de Cártama ha intentado la solución reiteradamente  sin obtener respuesta justa a tenor de  los tiempos que corren, de las Instituciones a las que atañe  el  problema, instituido en flagrante agravio comparativo al establecerse servicios   para asuntos lúdicos: a playas, Centros Comerciales, etc. Un insulto intolerable perpetrado por una sociedad sana de cuerpo,   a enfermos y mayores, como también a universitarios  que, de paso, se beneficiarían del mismo servicio. Pero, como siempre, prevalecen los intereses mercantilistas sobre el bien público.

         Hoy está nuevamente de actualidad  (por cierto de forma demagógica por partidos políticos, Plataformas y Foros)  el “caso” del Hospital Comarcal  del Guadalhorce, imperando  un marcado y casi grotesco afán de protagonismo, que deja entrever que lo que menos importa es el bien de los futuros usuarios enfermos, sino el tanto que cada quisqui quiere apuntarse  con tal parodia. No se es capaz de solucionar un problema tan sencillo como hacer que unos autobuses toquen en su ruta  en el Hospital Clínico que le coge de paso, y se pretende arreglar el morrocotudo "affaire".
 del Hospital Comarcal.

           No es que tal empecinamiento contra los más débiles, que carecen de medios para pagar un taxi cada vez que han de desplazarse al hospital para someterse a pruebas médicas sea punible ni dolosa pero, si viscosa moral, social y políticamente. A excepción del equipo  de gobierno,  ninguna asociación, Plataforma, Foro, Hogar del Jubilado, etc, han tenido tiempo de plantarse ante las instituciones que tienen la solución a plantearle in situ, y en sus propias barbas, tan injusta e inhumana situación. Mucho cacareo desde las baldas de su propio corralito; eso sí. 

          Sea también este escrito una autocrítica nuestra; procuraremos, coherencia, en la medida de nuestras escasas posibilidades.