domingo, 2 de junio de 2013

DIA DE LA VIRGEN EN LA HABANA, 23 abril 1.937 (ENORME INTERÉS HISTÓRICO)




Estando González Marín en Puerto Rico, un pequeño grupo  de poetas filocomunista de la Habana le hace   en uno de los periódicos de esta una crítica sañuda,  plagada de falsedades  tendenciosas, que él, de manera elegante y comedida replica en una amplia entrevista que le concede a un célebre columnista de otro medio, con lo que deja en evidencia a quienes le atacaron, alguno de ellos poetas que él dio a conocer. Además, canceló el contrato, que su representante en el Caribe, el  ExPríncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón, por otro lado íntimo amigo suyo. 


 En esos momentos dichos comunistas cubanos, siguiendo directrices de España, recibieron una carta del también comunista y poeta, siempre amigo suyo y  cuyos poemas seguía incluyendo en su repertorio, Rafael Alberti;  carta que se hizo pública en la que instaba  a sus correligionarios cubanos que no se metieran con Pepe González Marín, que sólo está para el arte y la poesía, "fuera parte de su ideas que, sean cuales fueren, hay que respetar, como hace él con las nuestras, dándonos su amistad y proclamando al pueblo nuestros poemas sin distinción de credos..."  

Abajo,  Rafael Alberti y su compañera, María Teresa León, ambos comunistas e íntimos amigos de José González Marín,  poco antes de la guerra civil.  Pese a ello, y al giro  de las ideas del rapsoda, al principio republicano, nunca se truncó  dicha amistad, siguiendo González Marín recitando sus poesías antes y después de la guerra, como las de García Lorca amigo común. Alberti ,  llegó a tomar partido por su amigo ante sus correligionarios cubanos, de la forma y ocasión que queda dicha. María Teresa León  fue, según algunos testigos, quien inclinó a Alberti  hacia posturas comunistas. 



Fotografía tomada del libro, "La gran esperanza", de Rafael García Serrano, Premio "Espejo de España" en 1.983, 

El suelto periodístico que inserto arriba, da fe de la reacción del pueblo  cubano, hasta el extremo de organizar para nuestra Patrona aquel 23 de abril, quizás la más multitudinaria procesión de la historia ofrecida a la Virgen de los Remedios de Cártama, con asistencia de gran número  de personalidades de América del Sur, entre ellas Imperio Argentina, el Ex Príncipe de Asturias, los  Jefes del Gobierno de Cuba y de Venezuela, tenores españoles,  etc.  

Al arribar a Puerto Rico, González Marín experimentó la alegría de ser visitado en su hotel por íntimo amigo desde la niñez, paisano y gran poeta  poeta  exiliado por sus ideas republicanas; se trataba del cartameño, Enrique López Alarcón, otro gran personaje  cartameño también desconocido, u olvidado, en su pueblo.

González Marín abogó ante el presidente de la República portorriqueña, Leónidas Trujillo, que no le visaba la salida por considerarlo políticamente peligroso, y Enrique López Alarcón salió, avalado por su paisano, y marchó con él a la Cuba de  Batista  hasta el final de su vida.

ES HISTORIA. 


nº 1
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nº 2

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Dctº Nº 1.- El rapsoda, José González Marín, muestra la Virgen de los Remedios  al pueblo cubano en  la Habana el 23 de abril de 1.937 con motivo del multitudinario homenaje que éste le rindió a la "Virgencita de la Madre Patria", "Huésped de Honor" de la Habana. La firma del fotógrafo de la Habana da fe irrebatible del suceso.

Dctº Nº 2 .-   El mismo día 23 abril de 1.937, y con el mismo motivo, los tres peregrinos cartameños (La Virgen, González Marín y Antonio López, "Antoñico") en La Habana. Como detalles significativos, la Virgen luce en su manto la medalla de la Gran Cruz de Isabel la Católica concedida  a González Marín por el gobierno republicano tres años antes, y, "Antoñico",  lleva la camisa azul de falangista, de lo que se sentía orgulloso porque lo apuntó a falange el propio José Antonio, un día que acompañaba a José González Marín a la tertulia, La Ballena Verde, en los bajos del Hotel Lyón de Madrid, e incluso "Antoñico" en alguna ocasión hizo de taxista del político  con el coche del rapsoda. 

Según testimonios de los protagonistas, ambos íntimos amigos míos, y reflejan crónicas que tengo en mi archivo, aquella procesión mariana del 23 abril 1.937  tuvo unas connotaciones que dejamos para otra entrega.

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Testimonio cedido en 1.997 por el político. José Escalona Idañez,  para incluir en el libro, "El Faraón de los decires" (agotado), que por circunstancias  especiales no se pudo incluir en dicho libro, pero que hoy, en este aniversario he creído oportuno hacerlo.