lunes, 12 de noviembre de 2012

RELATOS CORTOS: EL CAMPO Y EL AMOR


                      

         Ningún amor puede tenerse en secreto. Es como el agua que circula bajo tierra, que siempre termina manando por alguna  fuente, a veces, humildemente simulada  entre adelfas y sierpes. Los caudales  de  la existencia, en mi amoroso campo de niñez, afloran tímidos por el  manadero  de mis relatos.

         El amor, como su oponente, el odio, es plural, no se centra en un solo objeto. Mientras escribo, se acumulan en mi mente recurrentes y amorosos recuerdos del campo sobre el que, a fuerza de pasear por él, mis ojos y mis oídos llegaron a conocerlo con la misma fruición amorosa que  al cuerpo y el alma de la mujer amada, de la que tenemos en el sentimiento, en el  tacto, y en la yema de los dedos grabados su excitante orografía carnal y los golosos resortes de sus gozos temblorosos,  sus ayes y sus arrullos. Manuel Machado, uno  de mis poetas,  dice así:

                       “¡Oh la paz! ¡Oh la paz! ¡oh la bendita
                   paz de mi paisaje matinal...! Rosales
                   en mi ventana al campo...¡Oh la mocita           
                   de la copla entre cañaverales!

                   Frente al sol generoso, junto al río
                   sonoro, en plena gloria de la vega...”

         ¡Oh tu hermoso cuerpo de amante! Por tus balates sugerentes y  el follaje frondoso de tus barrancos, por los cielos y las lunas, por tus caminos polvorientos, por tus oteros y coquetas mesetillas ribereñas, por tus estíos y tus eneros,  a lomos de mis recuerdos, como otrora, cabalgan mis sentires  entre juncos, marciegas y adelfas bordeando el lírico río, en cuyas aguas recitan sones  atávicas civilizaciones que por él nos llegaron, engendrando en los nativos un mestizaje fecundo.

         ¡Oh campos, campos de mi niñez en la ribera, a tí te brindo el temblor de mis palabras que son de amores. ¡Oh voltario Guadalhorce del alma, que a tu vera fui nacido, que a veces eres pan y, a veces, llanto con tus aguas  desbordadas...!