lunes, 21 de junio de 2010

CRÓNICA RELATIVA A LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS EN EL SALVADOR


El cronista salcadoreño que firma el precedente suelto, era comunista y anticlerical como puede apreciarse, no obstante, González Marín era su amigo. Por otro lado, el periodista se equivoca al situar a la Virgen Peregrina como malagueña en vez de cartameña, pero, por ello precísamente, el documento tiene aún más autencidad e ineterés historiológico. VALE


¿Quitarle su nombre al Teatro que lo llevó en Cártama? A lo mejor los encargados de pensar por los cartameños han decidido que Cártama no se merece que semejante genio del arte y dechado de virtud haya nacido en su solar. Puede que crean que Cártama no se merece tal honor. ¡Quien sabe...!

Y los jóvenes ilustrados ¿qué dicen al respecto?. Esta preocupación cívica me trae a las mientes el siguiente poema de Blas de Otero que tiene valor eterno:


Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre ni es juventud,
ni reluce ni florece.
Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren,
vienen con la edad de siglos,
y son viejos cuando vienen.
La juventud siempre arrastra,
la juventud siempre vence,
y la salvación de España,
de su juventud depende.